sábado, 29 de diciembre de 2012

Mi Pierna Izquierda


¿Dónde está mi pierna izquierda? Aquí está la derecha, enterita, y me falta la izquierda. El brazo derecho, el brazo izquierdo, la pierna derecha, y ... Anoche cuando me acosté la tenía, estoy seguro. Soy un poco despistado pero de eso me acuerdo perfectamente. Sí, con toda seguridad, estaba aquí, en su sitio, donde ahora hay un muñón limpio y un espacio vacío. ¿Cómo puede desaparecer una pierna, así, de un día para otro?  No sé qué se hace en estos casos. (¿Llamo a objetos perdidos?) Después de unos minutos en los que me quedo paralizado, mirando el lugar donde debería estar mi pierna, decido llamar a una ambulancia. Cuando llega el conductor-médico-enfermero-ayudante de la ambulancia me dice que no dispone de camillas así que voy hacia ella apoyado en su hombro. Me lleva al hospital más cercano y para en la entrada de Urgencias, la cual, curiosamente, no tiene puertas. Sólo hay un cerco desnudo y huérfano y sobre él un cartel que dice “URGE..CIA..” (espacios en blanco que en su día fueron algo). En cuanto la ambulancia llega a la no-puerta de “Urgecia”, un celador, con el gesto cansado, viene a recogerme empujando una silla de ruedas a la que le faltan las ruedas (no una, no, las dos ruedas). Cuando, al fin, tras una espera en la que perdí el norte, el sur, el este y el oeste, me atiende un médico, que suda y corre de un lado a otro como si fuera el único médico del lugar. Éste se muestra poco impresionado por mi horrible situación. Saca la mano izquierda del bolsillo de su bata que fue blanca y se dispone a escribir, con aire aburrido. Entonces percibo que le falta el brazo derecho.
–Tenga –me dice, mientras me tiende una receta– tómese este tranquilizante cada veinticuatro horas, durante una semana, y ya verá como se encuentra mejor en unos días.
–Pero, doctor, ¿y mi pierna?...
–Ah, por eso no se preocupe, se acostumbrará, son los recortes del Gobierno, ya sabe…

MARÍA CASADO ALONSO

6 comentarios:

  1. ¡Ay, por favor, qué bueno! Yo, leyendo y leyendo, a ver qué pasa con la pierna, con el brazo del médico, con las ruedas de la silla... y resulta que se trata de recortes. ¿Por qué no se recortarán los políticos la cabeza ya que la tienen muy poco pensante?
    Un abrazo y feliz 2013!!

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  2. Casi no me atrevo a moverme del sofá, no vaya a ser que me falte alguna parte importante de mi cuerpo... ¡Qué ciencia ficción más real! Un beso, María.

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    1. No te muevas mucho, que al se mueve le quitan la silla :).

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  3. Si no nos lo tomamos con humor... ¡Que se recorten ellos las barbas!

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