martes, 11 de diciembre de 2012

Dícese...


Dícese de un elemento que puede estar ubicado en un lavabo, en una bañera, en una pila, en un bidé... En fin, un tránsfuga. Tiene forma cilíndrica, curvada hacia abajo. Ha tenido esa pequeña consideración, ya que, de no ser así, nos veríamos empapados por el líquido elemento que brota de su interior. Gracias a esta curva que realiza su cuerpo metálico, el elemento que desprende de su interior, en este caso agua (sí, H2O), cae, ayudada por la fuerza de la gravedad, todo hay que decirlo. 

Suele ir acompañado de uno o dos objetos (también metálicos) que son los que hacen que podamos decidir, libremente, porque a él le da todo igual, cuándo queremos que salga el H2O y cuando queremos que deje salir. Estos objetos se mueven con la mano, aunque también podría hacerse con el pie, pero no se recomienda esta opción por su incomodidad. En cualquier, caso, si usted se decide por esta última variable, no lo haga con los dos pies a la vez, lo cual complicaría mucho más las cosas. Puede elegir con un simple movimiento de mano (o del pie, si usted insiste) si quiere que el agua que brota del cilindro sea fría, 
o tibia,
o caliente, 
o templada, 
o que no salga, 
o que nos empape,
o que sea un hilito triste,
o que salga como un torrente, 
o... 

6 comentarios:

  1. Ja, ja, ja... muy simpática tu alegoría. Y
    ocurrente. Y sutil. Realmente, a estos elementos le da todo igual. Un beso.

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  2. Bueno, voy a lavarme las manos y ya decido de camino cómo quiero que salga el agua. jejejeje
    Un abrazo.

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  3. Espero el dícese del jabón. Por acompañar al H2O...
    ¡Un besazo!

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