miércoles, 28 de noviembre de 2012

Se fue


Ocurrió un día cualquiera. Uno como cualquier otro. Ese día se fue y pensamos que sería por un tiempo, que luego volvería, como había hecho otras veces. Siempre había estado ahí, abrigando nuestras penas y coloreando nuestras miradas. Quizá se cansó de cargar sobre su espalda amarilla con la alegría de todos. O quizá no quiso seguir observando nuestras vidas sin alas. Fuera lo que fuera, un día, el sol se fue y se fue para siempre. Desde entonces vivimos más lentos, más ajados. Sin él. Sin color.


MARÍA CASADO ALONSO

3 comentarios:

  1. ¿Y por qué no puede volver? Yo prefiero pensar que sí, que lo volveremos a ver. Un beso.

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    1. Es mi sentido trágico de la vida :). Pero seguro que vuelve, de hecho, creo que va y viene a menudo. Un beso

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  2. Pues yo pienso verlo mañana mismo...
    ¡Un besazo!

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